Todas las madres en algún momento del periodo de lactancia van a tener que extraerse la leche, ya sea por necesidad, para descomprimir los pechos y aliviar dolores o molestias, o por almacenar futuras tomas para alimentar a sus bebés. Y aunque aquí lo más habitual es utilizar un sacaleches eléctrico, también está la opción de optar por la extracción manual de la leche materna.
La extracción de leche materna manual se realiza mediante la técnica Mermet, que fue desarrollada por Chele Marmet, y se muestra como la forma más rápida, cómoda y eficaz para extraerse la leche manualmente, que además permite a una mujer familiarizarse con sus pechos y perder el miedo a realizar la extracción.
Esta técnica de extracción manual de leche materna es altamente recomendable para los primeros días de postparto, cuando las cantidades de calostro son muy pequeñas, pudiendo recolectarlas en una cuchara pequeña y dárselas al peque.
De modo que si te interesa saber en qué consiste la técnica Mermet para poder extraer manualmente la leche materna, presta atención y toma nota porque a continuación te contamos todo lo que necesitas saber.
Tabla de contenidos
Técnica Mermet para extraer la leche materna manualmente
Para realizar esta técnica de extracción manual de leche materna hay que seguir una serie de pasos que a continuación te contamos:
Prepara tus senos para la extracción
Antes de nada, lo primero es lavarte bien las manos con agua caliente y jabón, para eliminar cualquier germen y aclimatarlas antes de tocar tus senos. Si las manos están frías se podría retrasar el proceso, haciéndolo más complicado.
Asimismo, aunque no es obligatorio, te recomendamos colocar una tela humedecida en agua caliente sobre tus pechos durante dos minutos, para así facilitar la extracción manual de la leche materna.
También es recomendable masajear tus senos antes de extraer la leche, de forma cuidadosa utilizando tus manos o una toalla suave, para conseguir que se relajen y prepararlos para producir leche.
Por último, antes de comenzar la extracción, siéntate derecha e inclínate ligeramente hacia adelante, ya que de esta forma la extracción te resultará más sencilla y estarás más cómoda.
Coloca el pulgar y el índice en forma de C
Para extraer la leche de forma manual, coloca el pulgar y el índice en forma de C a una distancia de entre 2,5 y 4 centímetros del pezón. Podrás modificar ligeramente la posición de los dedos en función de tu comodidad y el tamaño de los senos.
Para hacerlo bien, las yemas del pulgar y el índice deberían quedar mirando a las 12 en punto y a las 6 en punto, manteniéndose en línea con el pezón.
Es importante que coloques los dedos para que las reservas de leche queden debajo de ellos, así como evitar agarrar todo el pecho con la mano.
Aplica presión interna hacia la pared torácica
La presión sobre el seno debe ser firme a la vez que suave, por lo que debes evitar apretar o estirar la piel, ya que de lo contrario además de resultar molesto, complicará la extracción de la leche.
Presiona con tu pulgar e índica hacia la pared torácica, rodando tus dedos pero nunca deslizándolos, para así extraer la leche de los conductos galactóforos situados bajo la areola y el pezón.
Es importante que mantengas juntos los dedos, ya que de lo contrario reducirías la efectividad del proceso. Y en caso de que tus senos sean muy grandes, levántalos ligeramente antes de hacer presión.
Extrae la leche
Ahora llega el momento de extraer la leche de tus senos, y para ello realiza un movimiento giratorio con tu pulgar para mantenerlo comprimido. Mientras haces esto, presiónalo, comprímelo y después deja que se relaje. Si lo haces bien, la sensación será muy similar a la succión del bebé.
Cuando hayas finalizado, repite todo este proceso en el otro seno, para así extraer la mayor cantidad de leche posible.
Estos son los pasos para la extracción de leche materna manual, que te permitirán aliviar tus senos además de almacenar futuras tomas para alimentar a tu bebé.