Los bebés nacen cubiertos por una sustancia blanquecina y pegajosa a la que se le conoce como vérnix caseosa, que consiste en una capa de grasa adherida a la piel de los recién nacidos que la protege que cumple con una función importante.
La vérnix caseosa o unto sebáceo protege la piel de los bebés cuando estén dentro del útero, pero también después de su nacimiento, por ello no conviene limpiarla rápidamente.
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¿Qué es la Vérnix Caseosa?
La vérnix caseosa consiste en una sustancia natural blanquecina que recubre la piel de los bebés al nacer, a la que también se le conoce como unto sebáceo.
La vérnix caseosa está compuesta por agua (80%), grasa (10%) y proteínas (10%), comenzando a formarse a partir de la semana 20 de embarazo. Es una mezcla de sebo, lanugo y células de la piel descamada.
Por lo general el unto sebáceo se acumula principalmente en la espalda y extremidades del bebé.
¿Cuál es la función del unto sebáceo?
Función de la vérnix caseosa durante el embarazo
Durante el parto, la función de las vérnix caseosa es proteger la piel del bebé en el interior del útero, donde está en contacto con diferentes sustancias irritantes como puede ser el líquido amniótico.
De esta forma, la piel del bebé está protegida frente a la deshidratación, la humedad y el frío antes de nacer, evitando que se agriete,
Función de la vérnix caseosa tras el nacimiento
Tras el nacimiento, el unto sebáceo actúa como barrera contra infecciones bacterianas y hongos, ayudando a controlar la temperatura del bebé de la forma adecuada y favoreciendo la curación de posibles lesiones cutáneas. También favorece que el bebé deslice por el canal del parto con una mayor facilidad.
Por ello se recomienda no limpiar la vérnix caseosa del bebé tras su nacimiento, dejando que sea absorbida por la piel o desprendida por sí sola.
Aquí hay que destacar que no todos los bebés nacen con vérnix caseosa, ya que a partir de la semana 36 de embarazo disminuye su producción, lo que hace que los bebés más tardíos puedan no presentar ningún rastro de esta sustancia, ya que a partir de la semana 41 de gestación desaparece totalmente.
¿Cuándo limpiar la vérnix caseosa?
Dado que al nacer también protege la piel de los bebés de posibles infecciones, se recomienda no limpiar la vérnix caseosa inmediatamente tras el parto, ya que de lo contrario su piel quedaría expuesta a cualquier tipo de infección, lo que supone un riesgo.
Antiguamente era habitual bañar al bebé nada más nacer, e incluso entregarlo a los padres vestido y perfumado. Esto es un error, ya que es importante no dañar el unto sebáceo tras el nacimiento, evitando limpiarlo durante las primeras horas.
De hecho, muchos pediatras recomiendan mantener la vérnix caseosa durante los primeros días tras su nacimiento, dejando pasar entre 48 y 72 horas, hasta que vaya desapareciendo de forma natural, para así mantener al recién nacido protegido.